La lámpara y Sísifo

**Escrito y publicado el 23 de agosto del 2021**

He tenido un par de semanas bastante escabrosas, duras, diría yo. Y no voy a mentir, en ocasiones siento que estoy volviendo al pequeño agujero del que salí en abril y no quiero volver a estar ahí.

Pero es tan tentador.

Pocas veces me he querido dar por vencido y desear que mágicamente pueda desaparecer de la vida de todos y de todo. Pero así no funciona el mundo real. 
Es justo como me sentí en enero cuando me di cuenta que necesitaba ayuda profesional. 
Y coincidió que, cuando tomé esa decisión, ese mismo día me enteré que alguien de mi universidad había cometido suicidio, de mi generación.
Era un hombre joven, común y corriente como yo. Con sus problemas con los que tenía que lidiar y sus alegrías que le hacían pasar el rato.

La única diferencia entre él y yo, es que, yo no me atrevo a tomar una decisión así de significativa. No sería capaz. Pero el sí la tomó. Habrá tenido sus razones para justificarse. Y espero que al final haya encontrado paz y respuestas.


Hoy, que me encontraba scrolleando en instagram, por arte del destino, tal cual como Sísifo condenado a cumplir el mismo castigo por la eternidad, me enteré que esa persona que se fue de aquí en enero, hoy cumpliría años. 
Y pues nada, feliz cumpleaños Jorge. 
Nunca me conociste, nunca te conocí, pero tu existencia, tus actos y tu decisión influyeron en demasía en mi para que yo voltease a verme en el espejo y me empezara a cuestionar si me encontraba bien o no. 

Espero que te encuentres bien allá donde estés, llenándote de respuestas que siempre anhelaste encontrar, así como yo anhelo algún día tener ese respeto que cualquier ser humano se merece.

Al menos, las únicas cosas seguras que tengo en la vida es la muerte inminente y nuestra fragilidad como seres vivos, y que siempre hay luz al final del túnel.
Sólo que aún no llego al final y por lo tanto, todo se ve oscuro aún.

Para la próxima llevaré una lámpara. Al menos, si estoy condenado a sentirme así de vez en cuando, de forma frecuente, tendré que verme en la necesidad de aprender y sanar siempre del mismo proceso.
Lo positivo de esta situación, es que el viejo Samuel no hubiera sabido que hacer con exactitud y como afrontar el problema.
El nuevo Samuel sí sabe. Yo creo que es por el nuevo bigote. Venía con sabiduría integrada.
En fin, cuídense mucho y rompan sus ciclos eternos de castigos infinitos.

Eso, es algo que Sísifo nunca haría. 

-Sam


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